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sábado, 19 de noviembre de 2016

Principio del Ritmo

"Todo fluye y refluye, asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo"

Buenos y radiantes días, estimados y apreciados caminantes… Hoy, soy y estoy de nuevo con vosotr@s, para darle un repaso somero al siguiente principio de "El Kybalión". Como ya sabéis, son 7, y a durante estos meses, hemos ido analizando en qué consisten, y como los vemos operar en nuestro día a día, pues son axiomáticos y actúan, sépanos o no de su existencia. El principio del Ritmo nos habla de aspectos importantes, y voy a intentar dar unas pinceladas. Primeramente, comentaros que en el Universo todo tiene un movimiento pendular, de avance y retroceso, similar a las olas del mar, las mareas, la respiración, nuestro corazón, el cambio de las estaciones, el día y la noche.... El mismo movimiento del plano físico, se da en el emocional y en el mental. Esto significa que, tanto nuestro humor como nuestros pensamientos, también fluctúan en un ritmo. Si ordenamos estos niveles de existencia de arriba hacia abajo (espíritu, alma y cuerpo) y los ubicamos en un péndulo, se puede deducir que lo que más sufre el embate del movimiento pendular es el cuerpo, seguido del plano emocional. El que menos movimiento registra es el espíritu. Por tanto, al ir ascendiendo y expandiendo la Conciencia, esta acometida pendular se reduce hasta desaparecer, en el nivel espiritual. Es cuando nos empoderamos y ya no estamos a merced de las circunstancias, evitando el arrastre a la polaridad no deseada.


Compañer@s, una de las formas más eficaces para acceder a ese estado de serenidad y paz de espíritu es la meditación, tiempo para estar con uno mismo y dedicarnos a relajar la mente. Hay muchas maneras de meditar, cada uno debe buscar lo que mejor encaje con su manera de ser. Puede ser repitiendo un mantra, leyendo un libro, practicando algún deporte, un trabajo de jardinería, un paseo por la naturaleza… Al final es concentrar la mente en un solo punto, donde el ego, las presiones del día a día y el tiempo desaparecen… Entramos en flujo y comunión absoluta con lo que estamos realizando, y eso calma y serena los cambios de humor negativos, perjudiciales y densos. Al disolver este movimiento pendular, podemos recuperar el equilibrio más rápidamente. Por eso, es imprescindible que aprendamos a manejarnos y a fluir, aceptando el ritmo que marque lo que estemos ejecutando, sobre todo para no sufrir. Las emociones fluctúan sin parar, y no hay emoción positiva o negativa que sea permanente, por tanto si nos sentimos tristes, rabiosos o enfadados, debemos trabajar por transmutar, rápidamente, esas energías tan dañinas. No podemos permitirnos el lujo de quedarnos atrapados en ellas, pues lo pasaremos realmente mal y pagaremos caras las consecuencias. Sufriremos porque no entendemos qué sucede.


Caminantes… La buena noticia es que somos poderosos para cambiar "a voluntad" nuestro estado de ánimo, trabajando en ella, claro… No la podemos transmutar con los brazos cruzados, esperando que se disuelva por sí misma. Eso tardaría demasiado y los efectos negativos habrían actuado. Sabemos que, para cambiar el estado mental, debemos elevar la frecuencia en la que vibramos. La mejor manera es, primero, reconociendo que estamos polarizados en una vibración baja que no nos hace sentir en paz. Segundo, haciendo aquello que nos ayuda a elevar: una canción, melodía, sinfonía… alegre y marchosa (cuidado con las letras tipo "no soy nada sin ti"), un libro que nos transmita paz, crear y pintar unos mándalas, una charla recordando buenos tiempos con alguien afín, un paseo por el campo, una película cómica, divertida, con sentido del humor, pensamientos amorosos… Mientras dejamos la mente concentrada en la actividad que estamos realizando, o sea sin pensar en lo que nos llevó a sentirnos "bajitos". Dejar de pensar en el "problema", pues primero debemos cambiar el humor, si queremos solucionarlo. Ningún problema puede ser resuelto desde el mismo nivel en que se generó. Esto es lo que se llama "Ley de Neutralización" y básicamente, consiste en levantarnos al plano superior de Consciencia, o sea al Amor, y dejar que pase, polarizándonos en el polo positivo de nuestro ser.


Compañer@s… en este principio hay otro asunto que es de suma importancia entender y es el efecto "subibaja". Se aplica en cualquier contacto humano, y cuanto más personal y cercana sea la relación, más potente es su efecto. En cada relación somos como dos tanques de agua comunicados entre sí, por tanto, aquellas emociones no expresadas en uno, se expresarán, en la misma proporción, en la otra persona para compensar e igualar estos vasos comunicantes. Por eso, podemos captar estados emocionales del otro e incorporarlos al nuestro, sin darnos cuenta. Aprendamos a identificarlos y desapegarnos de los tóxicos. No nos carguemos porquería de los demás. Es por salud y cuidado de uno mismo. Y en los niños, lo mismo, pero más grave. Todo lo que reprimen los mayores, lo manifiestan los menores, razón por la cual los niños y mascotas, a veces, se comportan de una manera tan neurótica. Como mínimo, reflexionemos… Por eso, sanar nuestros problemas internos, sirve para sanar los problemas de las personas muy cercanas a nosotros: familia, compañeros de trabajo o amigos íntimos… Amig@s, esto son apenas unas pinceladas de lo que daría de sí el desarrollo de este principio. Es labor y trabajo individual y personal investigar más, si esto os resuena… Antes de acabar por esta semana, advertir de un gran peligro: la duda al tener que elegir, o etiquetar, o definirnos, en cuestiones éticas, sobre todo. Servidora del ego como es, nos recuerda que tenemos que elegir entre ideas que se contradicen entre sí, creando conflictos internos que no nos llevan a ningún sitio. Guiémonos por el sentir, por el corazón… por la intuición… por la sensibilidad… por la creatividad… sin etiquetar… es lo que es y punto.


Feliz semana, mis herman@s del caminar… Abrazos de Luz y Amor, con todo mi corazón…



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