Estaba
caminando por el sendero de mi nueva vida, haciendo verdaderos progresos en mis
tareas asignadas a esta misión de vida, primero despertando a quienes somos, y
para que estamos aquí... y después, todo lo que se deriva de un salto vertical
a niveles más elevados de conciencia... con fuerza de voluntad, atención,
compromiso, coraje, integridad, constancia, trabajo, dedicación...
Desarrollando mi poderosa fuerza de voluntad hacia el amor, la generosidad, la
gratitud, el altruismo, el perdón, la compasión, la empatía, la sabiduría...
valores y virtudes tan nobles y puros que, aun no siendo perfecta, ni mucho
menos, por lo menos sabía hacia donde me dirigía... intentando vivir más en la
unidad (coherencia) y menos en la dualidad... 1+1=1, la fórmula mágica...
entonces volví a caer, esta vez me asomé al abismo... y caí por aquel
precipicio abisal, me estampé, y el fondo de aquel pozo era muy profundo. Mas
tendría que salir de él, reconectando con mi ser, con mi verdadera esencia, y
lo hice... Gracias al universo que nos da estas oportunidades, y que solo nos
carga con lo que seremos capaces de sostener saliendo victoriosos o muriendo en
el intento, viviendo la vida sin aprender...
Soy
mujer valiente, he aprendido a serlo, no quiero que los miedos me detengan y me
impidan vivir, no lo permitiré... prefiero salir de mi zona de confort, de mi
zona de "falsa" seguridad y arriesgarme, coger el tren cuando pasa, y
si tengo que arrepentirme que sea de algo que haya hecho, no de lo que no hice,
pues solo hay crecimiento cuando asumes riesgos y cuando te atreves a hacer
algo diferente, fuera de tu rutina, allá donde la vida te pone a prueba y
compruebas el alcance de tus poderes y dones, los cuales son siempre muchos más
extraordinarios de lo que te imaginabas… siempre han estado contigo, esperando
a ser redescubiertos, esperando a que les dieras la oportunidad de salir a la
luz. Fuera de la zona de confort es donde reside la magia, donde los milagros
ocurren y donde puedes llegar a sentir quién eres de verdad, tu esencia. Esto
no quiere decir que todo te vaya a salir bien... puede que te estampes... mas y
qué... cuando te levantes lo harás con mayor fortaleza y sabiduría... es lo que
a mí me sucedió y a por ello fui.
"A
posteriori" las lecciones aprendidas son un auténtico tesoro, el regalo
más preciado por haber tenido la valentía de salir a la incertidumbre, a lo
desconocido, dejando los miedos a un lado, sin perder el sentido común y la
prudencia: la revelación y manifestación de talentos dormidos y agazapados en tu
zona de seguridad, que en realidad no deja de ser un apego al pasado, o sea, a
lo conocido. Si siempre haces lo mismo, no habrá evolución ni aprendizaje... Si
quieres que algo cambie, no repitas lo mismo una y otra vez, sal y prueba...
volverás convertido en tu mejor versión, descubriendo aspectos de ti mismo que
ni siquiera sabías que residían en ti... Y yo en mi rutina me ahogo, necesito
salir de vez en cuando, ver mundo, probar experiencias nuevas y volver a mi
hogar, a mi vida, llena de fuerza renovada, oxigenada y más segura de quien
soy... aunque sea con nuevas cicatrices…
Por
eso acepté el reto... Nuestro encuentro fue planeado mucho tiempo atrás, en un
lugar donde no existe el tiempo ni el espacio; allí habíamos acordado las
señales para reconocernos... nuestro encuentro sería breve e intenso y nos
transformaría... Tú aprenderías tus lecciones de mí... y yo las mías, al
principio dolorosas, desgarradoras, profundas... me destrozaron, me
aniquilaron, me convirtieron en ceniza, en polvo... me moría en vida, y solo
trataba de respirar, era lo único que me mantenía con vida. Aquella noche
descendí a los infiernos, me abrasaba en el dolor, mi corazón sangraba y mi
alma se desintegraba… Y sin embargo el amor fue y es más real que la propia
realidad, siendo éste tan extraordinario que no podrá ser vivido en cuerpos
terrenales, no en esta ocasión, pues estamos en diferentes misiones, mas
volveremos a sentirnos en otro "lugar". Somos tan iguales, tan
similares y sin embargo en esta vida no nos será permitido complementarnos…
Aceptarlo
fue otra lección, burla del destino, castigo o bendición del karma... no es el
momento de saberlo todavía… me quedo con la lección más valiosa: solo el AMOR y
todo lo que gira a su alrededor es REAL, siendo el amor el Sol, y las emociones
positivas unificadoras, los planetas que giran y se nutren del calor del Sol,
como la gratitud, la generosidad, la compasión, el altruismo, el perdón, la
fraternidad... Diferentes caras de la misma moneda llamada AMOR, UNIÓN,
COMUNIÓN. Todo lo demás es diseño, es dualidad, es sentimiento de separación,
provenientes de un nivel de conciencia menos avanzado, aunque muy eficaz en su
momento para sobrevivir en este planeta. Ahora ya, con el nivel de confort y
seguridad del que disfrutamos, nuestra vida no corre peligro. Ahora nos toca la
siguiente tarea: re-educar al ego para darle su nuevo sitio, alineado con
nuestra alma, permitiendo así que ésta se exprese libremente.
Después
vinieron los posos positivos de la experiencia vivida: he integrado muchas
lecciones, te doy las gracias, pues me seguiste ofreciendo tu amor
incondicional, tu cariño y tu calor, lo notaba en tus ojos y en tu piel… lo
único que podías darme, y gracias a un ángel de la guarda que me empujó a
ponerme en marcha, pude ser consciente de lo que estaba sucediendo, recoger los
pedazos desperdigados, volver a unirlos y ser capaz de ponerme de nuevo en pie
con honor y dignidad, a resurgir de mis cenizas, y a volver en una versión
mejorada, más sabia, madura, fuerte, feliz... Nunca supe la tremenda fortaleza
que portaba en mi interior, ni sabía que las palabras podían ser tan volátiles
y efímeras… una vez dichas aparecen las malditas expectativas, dejando
demasiada energía en un futuro que por definición no existe, misterioso como
es…
He
aprendido que no deberíamos hacer planes de futuro más que lo justo, ni esperar
nada, tan solo aceptar el presente, fluyendo con él, pues el futuro lo vamos
creando desde el presente. En caso de tener expectativas que éstas solo
dependan de ti, que residan exclusivamente en tus manos, que seas tú la que
luche por ellas… más aun así, no lo hagas con apego al resultado, sino con
ilusión por intentarlo y si no puede ser, cambia de camino y a por otro, o sea,
tropezón y a levantarse de la misma. En nuestro caso, nos engañamos a nosotros
mismos inconscientemente, ambos dos fuimos esclavos de nuestras palabras,
quedando encadenados sin saberlo una vez que las pronunciamos... sin embargo
eran reales, mas no para ser vividas aquí y ahora, sino para que llegara a producirse
este encuentro y para sospechar que hay algo más que no nos será revelado en
esta vida.
Ahora
seré más cauta, astuta, observadora y perspicaz, he aprendido una de las
lecciones más difíciles: la paciencia, el arte de no esperar, tan solo aceptar
o no... y el arte de fluir proactivamente como el agua de un río que se deja
llevar sin oponer resistencia hasta entregar sus aguas al mar, fundiéndose con
su fuente, para volver a evaporarse y comenzar de nuevo, pues volverá al cielo
y de allí nuevamente a la tierra en forma de lluvia… hermoso, grandioso, el
eterno ciclo, pues el tiempo no existe, es un espejismo, un ensueño de nuestra
realidad virtual… Tan solo es real un eterno presente, pues el pasado escapó y
el futuro está por crearse desde el "aquí y ahora" y a la vez, el
presente integra todo pues es eterno, omnipresente y atemporal, así es nuestro
amor, nunca desaparecerá, pues el amor verdadero vive más allá de la muerte, y
de la distancia. Si no, ¿cómo es posible amar con todo nuestro corazón a personas
que dejaron esta existencia terrenal? Pues aunque ya no estén con nosotros, el
amor permanece intacto… eterno, omnipresente y atemporal…
También
he afianzado el no perder tan fácilmente mi centro, mi paz interior, a pesar de
lo que pase a mi alrededor, que ese es mi poder y que no debo cederlo... debo
mantener la calma, la templanza y la serenidad en todo momento, pues si me
descentro, las emociones de la dualidad se apoderarán de mí y entonces no
actuaré alineada con mi alma… y me sentiré desdichada e infeliz, y la
impotencia, la ira, la rabia, la queja... correrán por mis venas corroyendo mi
alma, mi esencia amorosa… no lo permitiré, en cuanto esté en mi mano, pues no
soy perfecta y sé a ciencia cierta que volveré a caerme muchas veces, mas
seguiré levantándome, una y otra vez... y cada vez con más destreza y
habilidad, eso será consecuencia del acúmulo de la experiencia… y lo haré hasta
quedarme sin aliento, sin abandonar a su suerte mi naturalidad y mi inocencia,
escudos protectores del universo, y sin perder la pureza y la nobleza que
habitan en mí (y en tod@s y todo), pues son fruto de mucho trabajo personal y
deseo de superación y mejora.
Me
siento ahora más fuerte, más segura, con más cicatrices, señales de que soy más
sabia. Orgullosa estoy de ellas, igual que de mis arrugas y de mis canas… es
experiencia y sabiduría. A partir de ahora usaré más mi olfato para distinguir
la mentira y la falsedad y para no pasar una señal más en la que mi corazón y
mi intuición me digan: por aquí no… precaución… arenas movedizas… aun así sé
que me volveré a caer, no importa… aprenderé otras lecciones, mas si no
interiorizo las lecciones que viniste a mostrarme, estas volverán con más
dureza y severidad… Y a pesar de todo lo sufrido y amado en esta nuestra
historia, tengo que confesar que la generosidad de tu amor se expresó de la
forma más sublime, pura y elevada: me protegiste alejándome de ti para que
pudiera ser feliz y seguir en mi camino, para que no me apartase de la labor
que estoy encomendada a realizar… sabes de la luz que habita en mí, conoces mi
olor pues te convocó a este bendito encuentro… y sabes que ahora no puedes
ofrecerme lo que nos merecemos...
Realmente
por el momento no estás preparado para recibir mi amor, estás en otra
"misión"... mas nunca dejaremos de amarnos, pues el amor que deja de
amar nunca es real y el nuestro lo fue... aunque sientas que no eres merecedor
de mi amor, quizás estés en lo cierto… gracias por alejarme de ti… Nuestro
encuentro terrenal en esta ocasión fue un regalo del universo, saquemos el
aprendizaje y dejémoslo ir. Deja de torturarte y atormentarte por tener que
alejarme de ti y no poder darme ahora los motivos, no tienen importancia. Estoy
en paz… Ojalá puedas encontrar también la paz que ahora no tienes, pues sé que
estás sufriendo lo indecible… Cambia de actitud, el dolor no lo podemos evitar,
mas el sufrimiento sí porque es nuestra actitud, es nuestro poder. Recuerda...
el tiempo no existe, es una ilusión, y muy pronto estaremos de nuevo reunidos
compartiendo las lecciones de esta vida, amándonos y riéndonos, compartiendo la
sabiduría alcanzada. Unidos por toda la eternidad nuestros destinos están… Allá
donde estés, mi amor te protegerá y cuidará de ti, hasta volver a juntar
nuestras almas… o nuestros cuerpos en un abrazo eterno, nuestro hogar.
THE
END