Hola de nuevo, mis queridos compañer@s del camino, espero y deseo que hayáis pasado una linda semana… Hoy es mi intención reflexionar con vosotros sobre un tema que genera mucha controversia en nuestras sociedades: la soledad… mal vista, mal considerada, vamos... un fracaso. Se tiende a juzgar: si no ha sido capaz de encontrar a la persona adecuada con la que compartir la vida por algo será, y nos quedamos más panchos que largos… En este punto es importante aclarar que es completamente diferente estar solo por elección o por obligación (te ha dejado o has dejado a tu pareja, por ejemplo), aunque en ambos casos es una gran OPORTUNIDAD para empezar a conocernos y buscar el sentido de nuestras vidas, que no es tener pareja, sino completarnos a nosotros mismos. En segundo lugar, explicar que la soledad que pesa, a mi entender, tiene que ver con el sentimiento de vacío existencial que puedes albergar en tu interior, aun teniendo pareja o viviendo con tus padres o con amigos… y la vida contra más vacía, más pesa… y es nuestra responsabilidad llenar ese vacío... no echemos balones fuera, no es de nadie más que mía... Si sientes tu vida como plena, si estás realmente satisfecho con ella, si te sientes alegre y en paz, con armonía y serenidad, realmente estarás viviendo con la mejor compañía posible, con tu media naranja encontrada: TÚ MISMO. La vida la sientes llena y plena, no hay lugar al aburrimiento, la auto-estima está en su sitio y el amor a uno mismo también. Esto no viene gratis, hay que hacer mucho trabajo interior, se alcanza por merecimiento, es decir, con esfuerzo, disciplina, sacrificio, valentía y coraje. No hay fórmulas secretas ni mágicas en esto. Somos portadores del sueño más grande que nos podamos imaginar, pues no hay sueño demasiado grande, cuando sale puro del corazón y te pones en marcha con ilusión, tesón y pasión. Lanza tu corazón y el intelecto se pondrá a trabajar como una máquina infalible para alcanzarlo. Cuando trasciendes el miedo a la soledad, has escalado otro tramo de la montaña... y es cuando te das cuenta que nunca has estado solo... que la separación era una ilusión-fantasía del ego y su filtro mental...
Compañer@s… volviendo al hilo de la soledad, observo a mi alrededor muchas parejas que están por pasar el tiempo, que aguantan juntos por miedo a la soledad, por rutina o costumbre, por interés económico… y al final, en sus caras se refleja que están viviendo un cuento y no de hadas precisamente, sino el de nunca acabar. No son libres y además, igual, hasta duermen con su enemigo. Acaban pagando un precio demasiado alto, tan alto que duele en el alma, incluso muchas veces acabamos somatizando ese malestar que igual lo hemos negado del consciente, con auto-engaños… mas al inconsciente y al corazón no le podemos engañar, y acabamos somatizando ese malestar con auténticas enfermedades físicas. Por ello, estemos solos o acompañados, esta decisión debe ser valiente y COHERENTE con nuestro pensar y sentir y fuera del alcance de ningún tipo de necesidad, pues la necesidad crea dependencia y apego, que es contraria a la libertad. Seamos vivos vivientes y no muertos en vida... Lo que niegas te somete, lo que aceptas te libera... Más allá del miedo está el amor y la libertad... Solo siendo independientes y libres amaremos a la otra persona con AMOR en mayúsculas, y para eso es necesario amarse a uno mismo, permitiéndonos y permitiendo Ser. La máxima: te amo tanto que no te necesito. El proceso es de dentro hacia fuera, expandir desde nuestro interior hacia el exterior y no al revés. Amar es dejar a la otra persona que se exprese tal y cómo es, que se sienta libre y a la vez con respeto, admiración y reconocimiento máximo y mutuo. Para ello, primero debemos sentir la libertad y el amor en nosotros mismos. Al amarnos en profundidad sin ego, somos libres y esa libertad nos da una paz inmensa, inconmensurable, y una alegría de vivir que es como un cosquilleo del batir de alas de un colibrí… La soledad es una gran maestra, pues nos guía a mirar dentro de nosotros, sin distracciones para empezar la lección… La búsqueda al sentido y propósito de nuestra encarnación... y recuerda caminante... lo que permitimos, promovemos... así que cuidemos lo que sembramos para luego no ir de víctimas…
De la misma manera, amig@s, debemos ser conscientes que las lecciones de aprendizaje las grabamos a través de las relaciones con los demás, pues somos espejos unos de otros, en lo bueno y en lo no tan bueno. Admiramos en otras personas aquello que portamos y nos molesta también aquello que debemos trascender y todavía no vemos en nosotros, en la mayoría de los casos. De todas formas, nuestras sociedades se han encargado de que temamos pasar tiempo en soledad, grabándonos que la soledad es algo malo, que es porque nadie te aguanta o porque eres rarito… y es imprescindible sacar ese tiempo de soledad, de COMUNIÓN con uno mismo, de sintonizar el cuerpo con alma y espíritu, de escucharse a uno mismo, estés con pareja o sin ella, para reflexionar, meditar, introspectar, sopesar, des-programar programas que nunca debimos aprender y que nos hacen tanto daño como las creencias limitantes… También tiempo para estudiar, investigar, rascar la superficialidad de nuestras vidas cotidianas para llegar al Ser, la profundidad de nuestra esencia de Amor. No solo somos un cuerpo con respuestas biológicas, tenemos un alma emocional y sensitiva con respuestas psicológicas y si toda va bien y siempre por merecimiento, formaremos el espíritu con toda su esencia en plenitud y quietud. Sentimiento en estado puro. Y todo es trabajo individual, personal e intransferible. La finalidad de esta oportunidad de vida no es solo pagar la hipoteca (que también hay que pagarla), hay mucho más por descubrir como por ejemplo, nuestra auténtica misión en la vida o nuestros dones y talentos que esperan agazapados a ser descubiertos para ponerlos al servicio de los hermanos, que es la respiración del alma… Dios en acción, en cada acto de Amor. El temor a estar solo es el temor a estar con uno mismo y aquí deberían saltar todas las alarmas pues ello nos indica que no soportamos estar con nosotros mismos, que estamos desalineados con la Fuente de todo lo existente, desconectados con el Creador.
Herman@s del camino, nunca deberíamos perder nuestros momentos de libertad individual, nuestro espacio privado para realizar actividades individuales, quedar con amigos propios o simplemente descansar y desconectar del mundo en nuestro reducto de soledad, de paz y recogimiento, es imprescindible para poder resetearnos y volver a la lucha diaria, con fuerzas renovadas, así dejaremos de correr de un lado para otro apagando fuegos o achicando agua del barco, y nos centraremos en lo realmente importante: buscar lo que nos ilusiona en la vida, lo que nos motiva, nos alienta a seguir adelante, esos sueños que se alzan por nuestro horizonte y los dejamos de lado por no creer en la persona más importante de nuestras vidas y a la que debemos dar prioridad sin pasar por encima de nadie ni de nada: nosotros mismos… Todos somos igual de importantes, únicos y especiales. Que nuestros sueños sean más grandes que nuestras excusas… Cuando nos sentimos plenos, felices y dichosos con nosotros mismos se empieza a irradiar hacia los demás y es entonces cuando valoramos infinitamente más una buena compañía (ya no nos vale cualquiera). La alegría del Ser aumenta exponencialmente al compartirse, pues la dicha del entregar llena el alma de arriba a abajo, ilumina los ojos, prende el murmullo de la risa, aligera el paso y alivia las aflicciones. Solo nosotros podemos derribar los muros de nuestros propios límites, pues en realidad nos los hay, los hemos creado o nos lo han creado para mantenernos en un recinto cerrado y no pensar demasiado no sea que nos demos cuenta que nos quieren anestesiados, dormidos y como borregos. Lo que creemos sin convicción (sin anclarlo al Maestro Corazón) y sin experimentación directa es siempre nuestro límite. La memoria es la inteligencia de los papagayos y así como el universo es ILIMITADO, nuestras habilidades y capacidades también lo son. Tan solo es recordar, pues toda la sabiduría ya la portamos, y mana de forma natural al permitirnos Ser… El creador reside en su creación…
Hasta aquí esta semana… Más y mejor la próxima… y de mientras… Abrazos de luz dorada, amados herman@s del caminar, sigamos en Unidad… Somos Amor y Uno con él y en él.
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