Me gusta

lunes, 4 de julio de 2016

Amor


La fuerza más poderosa del universo,
la única y más grande verdad, nuestra meta última,
capaz de transcender dimensiones y agujeros negros,
está al alcance de todos y sin embargo se nos escapa,
no se la puede retener, solo dejar fluir, regalándola sin condiciones.


Desde pequeños nos van inculcando que el amor está condicionado a todo:
si te portas bien, si comes todo, si haces los deberes... te querré...
y de mayores el amor se acaba dando por interés,
se convierte en moneda de cambio, en apego y posesión...
nos tatuaron también que no estaríamos completos hasta encontrar
a tu media naranja, asustándonos de estar solos con nosotros mismos.


Y la media naranja no existe, somos seres completos
en nosotros mismos, y es solo nuestra responsabilidad
buscar nuestro propósito de vida, descubrir quienes somos,
despertar de este letargo y ponerse en marcha contra viento y marea,
es una misión titánica que será dada con pasitos de hormiguita,
poco a poco, para eso tendremos un océano de oportunidades.


Y será a través del AMOR libre, como el viento
que cabalga invisible a nuestro alrededor y que no es captado
por nuestros cinco sentidos sino por nuestro corazón...
hay que estar atento y preparado y dejarse atravesar
sin miedos por esta poderosísima fuerza siendo honesto, humilde,
valiente, compasivo, responsable, aderezado de sacrificio, esfuerzo y disciplina.


Cuando das amor desinteresadamente y sin condiciones,
el universo conspira a tu favor y te es devuelto multiplicado,
porque el amor incondicional ofrecido desde lo más
profundo de tu alma cuando retorna y es compartido
en sintonía y armonía, es un regalo del universo.


Y la dicha, la felicidad, la plenitud y la paz interior
recorre cada célula de tu cuerpo, rezumando por cada poro de tu piel,
vibrando armónicamente con el eco de la melodía del amor del cosmos infinito,
te sientes en trance y ya no existes en un tiempo concreto,
simplemente eres en un eterno presente en comunión con
ese alma gemela, sintiendo que 1 + 1 es 1, la unidad, la unión.


Por el camino de nuestra existencia en la tierra,
cuando nos encontramos con almas de nuestra manada,
la sacudida te deja con la boca abierta y el alma tocada,
los reconoces porque parece que ya los conocías de otro tiempo,
de otro lugar anterior a esta vida, no hay escudos, ni corazas,
ni muros, ni barreras, no los necesitas y eso el alma lo sabe al instante.


Y te pones a hablar  y no es que hables el mismo lenguaje,
es que hablas con el mismo código, en el mismo canal y sintonía,
como ondas resonantes, y estas almas tan despiertas
nos ayudan a seguir avanzando en la espiral de nuestra evolución,
siendo un privilegio poder compartir un trocito del camino con ellas.


Por eso el amor cuando lo sientes como una carga, como un lastre,
como algo castrante, como un peso que te impide seguir y
avanzar en tu evolución personal, cuando es posesión y apego,
cuando es amor condicionado e interesado, eso no es amor verdadero...
Y tu alma se ahoga, se asfixia, no puede respirar, no fluye
con naturalidad, no se le está dejando SER, no se le permite
expandirse y evolucionar, es cuando está en tu mano cortar radicalmente
esa cuerda, esa cadena que te mantiene parado y levar anclas.


Por ello no hay parejas sino compañeros de viaje que sumen...
y se es muy afortunado si encontramos un alma de nuestra manada
con la que compartir experiencias y sabiduría, sin forzar nada,
donde todo surge espontáneamente, es un sentimiento sublime, divino...
La fidelidad es hacia ti mismo, ser fiel con tus principios y valores éticos,
y yo... no permitiré que nada ni nadie me corte mis alas, ni siquiera yo.


Quiero volar alto, surcar los mares y los cielos,
poniendo todo mi amor y mi consciencia al servicio de los demás
y al de mí misma, parándome también a disfrutar de este regalo
otorgado para crecer y evolucionar llamado VIDA,
porque en esta autopista también hay aéreas de servicio,
necesarias para descansar  y disfrutar y así luego continuar en mi camino hacia la luz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario