Buenos días compañeros del camino... Hoy sin ánimo de extenderme
mucho, quería reflexionar con vosotros acerca de una Ley importantísima
que opera siempre y en todo momento, aunque a veces no seamos
conscientes de ella: Ley del karma. De esto habría muchísimo de que
hablar, más el verano trae calor y pide relax y descanso, ralentizándose
el brío de la vida… también es necesario descansar… así que no me
extenderé mucho. A lo largo del veranito las publicaciones
serán más breves y ligeras… como una ensalada fresquita... Y sé que
tengo muchísimos amigos "al otro lado del charco" que están ahora en su
invierno… Abrazos de corazón para todos…
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Caminantes… nada escapa al Universo, todo aquello que negamos, volverá
una y otra vez con más fuerza a por nosotros con el fin de
transcenderlo, superarlo, integrarlo, y compensar el daño que hayamos
producido en esta vida o en otras pasadas. Podemos engañarnos a nosotros
mismos, incluso a otros compañeros del camino, mas nunca al Universo…
Por eso te digo… Se prudente y precavido con desear, o hacer el mal,
dañando y provocando sufrimiento gratuito a otras personas… Tarde o
temprano te alcanzará a ti mismo y pagarás por ello. Es la Justicia
Divina... y no habrá lugar en todo el Universo para esconderse...
🍒
¿Cómo? Compensando el dolor infringido en personas inocentes… en tus
propias carnes. Si cuando dañas a otros compañeros no eres capaz de ver
que no tenemos ese derecho, muchas veces la única manera será pasar por
una experiencia similar… El karma o deuda espiritual no es un castigo,
es aprender que las consecuencias de nuestros actos deben ser reparadas
y/o compensadas… Es pensar, sentir y actuar conociendo y comprendiendo
que toda causa tiene su efecto (toda acción provoca una reacción) y que
lo que siembres es voluntario, mas la cosecha será obligatoria. Si
plantas un cerezo, no recogerás limones… Si siembras dolor, adivinas qué
recolectarás?
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