Compañer@s del caminar…
Primeramente desearos a todos unos
relindos días de vacaciones. Ya sabéis que escribo sobre lo que me mueve
por dentro en el momento de plasmarlo en palabras, normalmente
relacionado con acontecimientos personales o de seres que están muy
cerquita. Tras reflexionar, meditar y muchas veces, puesta en común con
una persona muy especial en mi vida, expreso lo que mi ser espiritual me
dicta, es tan solo mi sentir y mi verdad. Hoy quisiera hablar de los
espejos que somos unos de otros… Vinimos de nuevo a encarnar
voluntariamente para integrar lecciones que aún nos quedan por
interiorizar por toda la eternidad. Amarse a uno mismo, compasión,
humildad, generosidad, hermandad, servicio, cuidado y protección de
seres inocentes, permitir que otros nos amen recibiendo su amor como la
bendición que es, sabernos merecedores de la gracia divina que habita en
nosotros, trascender la dualidad, la separación, y no anclarnos en las
emociones negativas, como la ira, frustración, impotencia, tristeza,
enfado, asco, culpa, indignidad… sentirlas sí, sin reprimirlas, dejando
espacio para que se expresen, y en cuanto podamos abrazarlas y que se
marchen, que no cristalicen nuestros mullidos y algodonosos corazones.
Pero muchas veces, es tan doloroso y abrumador la carga que nuestra
alma percibe en nosotros que la negamos, no lo queremos ver y admitir
que erramos y mucho... entonces no se nos ocurre otra idea que echar
balones fuera y en vez de transmutar, lo colocamos en la sombra de
nosotros mismos… eso no significa que se marche o que haya sido
trascendido. Se quedará para siempre ahí, pegado a tu alma, como un
lastre, recordándote inconscientemente lo que te queda pendiente. Sin tu
esfuerzo, disciplina, constancia y trabajo personal nunca se
transmutará. Es más, lo que escondes y niegas a darle luz lo verás en
todas partes, en los otros hermanos del caminar, allá donde camines. Es
tu proyección, por eso muchas veces aquello que te molesta en los demás
es algo que lo portas tú mismo. Compañero... para empezar a transmutar
precisarás de la humildad, o sea reconocer que te puedes equivocar.
Humanidad... Todo es un proceso, por eso somos caminantes en este
planeta de las emociones, de la polaridad de los opuestos, y es que para
el mantenimiento del orden cósmico necesitamos el balance o equilibro.
Para lograrlo es necesario haber oscilado como el péndulo, en diferentes
grados de la misma emoción…
Así, a cada movimiento se trata de darnos cuenta que el camino del
medio es el que nos otorga la paz y la quietud, sin estar demasiado
excitados en alegría ni excesivamente tristes… La oscuridad porta la
semilla de la transmutación, y si no... que se lo pregunten a una
semilla del Reino vegetal, a ver dónde se ancla para que pueda florecer y
dar los frutos de la vida a la existencia, manifestada en esta
realidad. La oscuridad no es mala ni buena, depende del momento. Lo que
sí es imprescindible es darle su espacio, dejar que se exprese y cuando
nos sintamos en calma, actuar. El ego nos va intentar impedir muchas
veces la humildad necesaria para comprender que no todo lo hacemos
alineados con el amor que somos, pues se nos olvidó que lo somos… Son
las reglas de este juego para integrar en profundidad nuestras
lecciones. El ego nos dice que todo lo hacemos perfecto y no es así.
Erramos porque errar es humano, rectificar de sabios y perdonarse
divino. Y cuando perdonas te das cuenta que nada había que perdonar, tan
solo comprender en profundidad. Por ello se hace imprescindible la
autocrítica y el autoanálisis, en tu soledad, sin nadie delante. Las
personas te tratan de la forma en que las tratas, y cómo tú hablas, es
cómo te tratas a ti mismo.
Espejo, espejito mágico… lo que admiramos en los demás es porque
también habita en nosotros, el alma es bella por naturaleza y todo lo
que le recuerda a esa unidad armónica, resonará en su corazón, esa
canción de amor susurrada al oído por sus padre-madre Dios. La semillita
divina reside en ti, en mí, en todos los hermanos del caminar… y cuando
la sientes no puedes hacer daño gratuito porque ves al otro como a ti
mismo… tan solo respetar el proceso y tiempo de cada uno… y estar
atentos a que cuando algo nos moleste, miremos dentro a ver si lo
portamos. Igual al negarlo en nosotros lo proyectamos fuera, y entonces
al verlo fuera nos molesta… no siempre tiene que ser así, usa tu
discernimiento, hermano. También habrá cosas que no estén en sintonía
con tu frecuencia vibratoria. En ese caso debemos replegarnos dentro, y
con el poder interior no permitir que nada de fuera nos afecte.
Compasión para acompañar y aceptar todo como viene… no hay enemigos,
solo lecciones pendientes de integrar… hasta aquí por hoy, compañeros
del camino… Disfruten de estos días de recogimiento y descanso… Con todo
mi amor y en servicio, vuestra hermana dorada Raquel.
https://www.instagram.com/raquel_blanco_coca/
https://www.facebook.com/RaquelBlancoCoca
https://www.instagram.com/raquel_blanco_coca/
https://www.facebook.com/RaquelBlancoCoca
No hay comentarios:
Publicar un comentario