Me gusta

miércoles, 20 de enero de 2016

Traición y perdón

Hola amig@s de nuevo, ¿cómo os va la vida? Hoy me gustaría compartir contigo unas reflexiones sobre la traición y el perdón. Casi que podrían ir así, en ese orden. Soy persona confiada, me sale de una forma natural y espontánea el confiar en las personas. A lo largo de mi vida me he ido encontrando con personas que han traicionado mi confianza, mas a pesar de los palos que la vida me haya podido dar, sigo confiando en la vida, y en las personas... hasta que me demuestran lo contrario. No me sale ser desconfiada y mi experiencia es que es la mejor actitud.


Cuando te vuelves desconfiado, es como que si le dices al universo... "hey, no me fío de ti, no confío..." y de alguna manera es como la imagen reflejada en un estaque, porque la vida nos devuelve aquello que proyectamos. Por eso, querido amigo, no dejes nunca de confiar en la vida y ella confiará en ti. Esto no quiere decir que serás inmune al dolor de posibles traiciones, eso no digo, o que seas tonto de puro bueno, no! Usa tu sentido común y se justo, no bueno. Es mejor ser traicionado por tus amigos que desconfiar de ellos. ¿Por qué? preguntarás... pues yo te digo... la conciencia tranquila relaja el alma, saber que piensas, sientes y actúas sin traicionar a nadie es muy importante de cara a sobreponerte de posibles resultados no esperados de la vida. Sin embargo cuando desconfías, y aunque ni siquiera te des cuenta de ello, estas proyectando en los demás tu desconfianza y vas con un letrero invisible para ti pero que los demás están viendo donde dice: no me fío y por tanto no te fíes de mi...


La confianza para mí es sinónimo de amor, lealtad, respeto y reconocimiento hacia a ti mismo y hacia los demás. Puede tardar años en construirse fuerte y sólida, mas en un instante, cuando es rota la confianza por un acto de traición, puede que no se vuelva a reparar, como un folio que una vez arrugado nunca vuelve a su posición original, tan plano y liso. De hecho, prefiero que me digan "confío en ti" a que me digan "te quiero", porque no siempre confías en la persona que amas (igual no es amor, sino apego, claro...) pero siempre amarás a la persona en la que confías. Un sola mentira cazada en la persona que confías, bastará para crear duda en cada verdad expresada desde ese momento. Es un daño muy difícil de reparar. Y una vez rota la confianza, decir lo siento no servirá para mucho porque a partir de entonces la duda siempre asomará... La mejor prueba de amor es confiar... eso es amor verdadero e incondicional, mas no ciegamente, pues es tu responsabilidad estar atendo de lo que sucede a tu alrededor.


Un vez rota la confianza por traición queda lamerse la herida producida y sentida en tu corazón mediante el perdón, tarea nada fácil pero imprescindible para no quedarte atascado en tu dolor, prisionero de tu sufrimiento. Piensa que no somos perfectos y que mientras no haya sido a propósito, quizás más por un acto de ignorancia, perdonar está en tu mano, es una decisión tuya. ¿Cómo? Poniéndote en la piel de la otra persona y comprendiendo los motivos o razones que le impulsaron a ello, para después reconciliarte contigo mismo, puesto que todos cometemos errores. Midamos a los demás con la misma vara que nos gustaría que nos midieran a nosotros.


La persona que traicionó tendrá que hilar muy fino pues la otra persona estará en alerta. Tendrás que reparar el daño producido y volver a ganarte la confianza de nuevo. No es tarea nada fácil pero si el arrepentimiento es sincero, no volverás a repetirlo. Ten en cuenta que solo porque exista el perdón no nos da derecho a herir una y otra vez y además si perdonas muchas veces, las personas pueden acostumbrar a lastimarte... al final lo que permites, promueves...

Pues aquí lo dejo, amigo mío, para que reflexiones y saques tus propias conclusiones... Hasta pronto!


4 comentarios:

  1. Preciosas palabras y totalmente ciertas...bonita reflexión!!! Me hago una pregunta..en realidad sabemos perdonar? Es algo que quizas con el tiempo podamos perfeccionar, dificil en ocasiones pero en realidad es más fácil de lo que pensamos...Muchas gracias Raquel

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus palabras Nuri. Perdonar "de verdad" no es tarea fácil, exige reflexión, meditación, voluntad, humildad, amor y finalmente decisión de hacerlo. Realmente es un rasgo divino, aspecto del amor incondicional, cuando perdonas desde el corazón... mas liberas al prisionero del rencor, ósea, a ti mismo... y con ello viene la restauracion de tu paz interior.

    ResponderEliminar
  3. Respuestas
    1. Muchas gracias José Manuel por tu aprecio. Anima a seguir adelante en esta ardua, intensa y emocionante aventura de plasmar en palabras los sentimientos y pensamientos... ¡Qué te voy a decir a ti que no sepas! Un afectuoso saludo...

      Eliminar