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domingo, 8 de octubre de 2017

IMPRESIONES DE MI VIAJE A JAPÓN (3ª parte)

RAdiantes días, herman@s de corazón, palpitante de Amor… Saludos estelares… En esta nueva entrega seguiré dando mis pinceladas sobre el país nipón… Veamos… Me había quedado la semana pasada acerca de su carácter, en general. Tengo que decir por activa y pasiva que, a pesar de ser una sociedad híper consumista, me he sentido cómoda por el respeto, armonía, silencia, calma, delicadeza, sutileza, orden, organización, limpieza reinante… He estado 3 semanas sin escuchar un pitido ni sonido de celulares-móviles… Todo el mundo mantiene el teléfono en silencio para no importunar. Hablar por el mismo en transportes públicos está prohibido para no molestar y que te enteres de conversaciones privadas que a nadie le interesan. No hay gritos, se habla bajo y pausado. La limpieza tan extrema, hasta el rincón más insospechado estaba reluciente, me dejaba pensativa y con la boca abierta muchas veces. Y es que en el colegio una asignatura es la limpieza. Allá donde caminé, sus miradas siempre furtivas y llenas de respeto jamás hacen la radiografía al completo, no juzgan… Cada uno a lo suyo… Fijaos que yo, con mis tattos, que allí son horriblemente mal vistos (señal de que perteneces a la mafia Yakusa) y me miraban de reojo, con disimulo, nunca haciéndome sentir incomoda.
La finura, elegancia, sensibilidad y sutileza, tanto en su vestir, en sus movimientos, en sus jardines, etc… son de Gran belleza y armonía. Mi talla XS aquí, allí es M. Sus raciones de comida, aquí son una tapa-pintxo, y para qué más? No usan vaqueros… ellos, pantalón de vestir y camisa y ellas, faldas, vestidos y pantalones de colores discretos (y yo, con mis vaqueros, jejeje). Y qué decir de los jardines… Los árboles podados como si fueran bonsáis, con sus fuentes, y sus combinaciones. Nada dejado al azar. Esculpen sus jardines, y sus patios. Eso sí, no se puede pisar. Ni haciendo trekkings te puedes salir de lo marcado. He abrazado árboles centenarios, pues los veneran como sagrados, en ellos residen seres divinos. La paz que se respira en sus jardines es embriagadora. No encontrarás nada que esté fuera de su sitio, que no cumpla su función y que no se camufle con lo existente. En el metro, centenares de personas aguardan ordenadamente su sitio en fila. Pueden pecar de robots, pero te facilita la vida enormemente. Quizás su aspecto más gris sea que en esta clonación, hay poco espacio para la originalidad, espontaneidad, y naturalidad… La improvisación y el ingenio quedan latentes al no usarse. Y la alegría y algarabía en la calle inexistente, excepto en sus festivales.
Se sigue la línea y punto, y a poder ser sin exteriorizar el sentir, y venga… a producir y producir, dejándose la piel y la vida en sus puestos de trabajo, guardando las formas tanto que hace que llegues a tener dos caras. Lo que sientes y lo que te está permitido expresar. Horas extras por un tubo y su lealtad a las grandes corporaciones para las que trabaja de sol a sol sin pagárselas. Se les supone total abnegación. En las ciudades, a las horas punta hay un desfile de salesmen por doquier, con elegancia y maletines, pululan por arriba o por debajo de las ciudades. En cada estación de tren, el auténtico centro neurálgico de los diferentes barrios. Y en cada uno de ellas, centros comerciales, y varias líneas de metro convergen en el otro Tokio, el subterráneo, con una vida social impresionante, latiendo en el subsuelo. Y al acabar la jornada maratoniana de trabajo, se pasa al modo "socializar con alcohol", que hace que se relajen de tanta contención. Hasta 5 tratamientos de lenguaje formal en sus idioma… mucho adorno… La reputación y el honor marcan sus vidas al grado sumo y si sienten que han fallado en algo, he de decir que el índice de suicidios en este país es alto. Como veis, no hay culturas perfectas, y debemos esforzarnos por quedarnos con lo que vibra en frecuencias de paz y armonía, con autenticidad y naturalidad.
En Japón, el concepto del "WA" que viene a significar Paz y Armonía resume muy bien su concepto como cultura. El bien común está por encima de la individualidad, por eso ellos ven el bosque y no el árbol, mientras que en occidente vemos el árbol y no el bosque. Para nosotros hay un ganador y un perdedor, para los nipones, mejor nadie pierde en exceso ni gana mucho. A los niños se les enseña que más importante que la verdad en una discusión, es la armonía entre sus miembros, pues habrá tantas razones como personas en el mundo… cada uno con la suya. Es un valor añadido el conceder la razón para evitar el "mal rollo" que se puede generar al discutir. El grupo, o sea la comunidad es más importante que el individuo y todos se esfuerzan por mantener ese tesoro de paz y armonía, incluso a expensas de uno mismo. Eso es algo tan grande, aprender a conceder por el bien común, por mantener el orden… WOW… Por eso Japón es uno de los países con menos litigios del mundo y el más limpio… Jamás pude ver un papel tirado en el suelo, y eso que lo intenté, pues quería hacerle una foto… y no hay papeleras…
Además de que el concepto de "giri" está muy presente en sus vidas. Esta filosofía hace que se preocupen por aquellas personas que te han ayudado y que te han dado algo en la vida. Quedan en deuda por ello, y en deber de devolver la gratitud recibida, aunque se tengan que sacrificar. Muchas veces será en forma de regalo. Locura, herman@s… Consumismo a tope y miles de regalos que hacer, y con mucho tiento. Socialmente produciría incomodidad si te pasas con el regalo o te quedas corto. Siempre acorde con el favor que te hicieron. Por ello, el mantenimiento de la paz en las relaciones sociales en Japón hace que haya muy pocos litigios. Se resuelven de esta manera. Pensad que la humildad es un valor añadido, y el grado y el tiempo de inclinación en la reverencia marca la jerarquía. No son muy religiosos, mezclando el budismo y el sintoísmo, aunque sí que son supersticiosos… Estampitas y tablillas en cada templo se venden a precio hora.
Otro añadido: el chotto… no te dirán que "no" nunca… y abiertamente. Sonreirán nerviosamente y te dirán "un poco, algo, bueno, es que, quizás, otra vez será… "eso es chotto. Todo en una palabra… jejeje… y el famoso "sumimasen" que es la letanía de continuo… Es como el sorry, pero a todas horas… La verdad es que para alguien como yo, acostumbrada a ir de frente, con tiento, suavidad y amabilidad, pero sin guardarme aquello que no comulgue con mi sentir y que me cruja por dentro, todos estos formulismos pueden rozan la paranoia de la invisibilidad. Muchas veces se hace imprescindible dar un puñetazo encima de la mesa y expresar el sentir. Uno no se puede diluir tanto que su individualidad desaparezca. Encontrarse es rescatar la originalidad del Ser, para aportar y compartir, y así sumar… Si todos hacen lo mismo, es una especie de estancamiento. Por cierto, y aquí lo dejo por esta semana, la sociedad nipona adolece de ser todavía machista y ve en la mujer el servicio a domicilio… Tanta modernidad, y sin embargo en sus estructuras sociales siguen en una especie de Edad Media… Paradojas del país más tecnológico del mundo.
Con Amor y en Servicio, vuestra hermanita doRAda, RackeLL.

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