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lunes, 8 de mayo de 2017

A mi Madre...

Mami, la belleza de estas flores
simboliza mi amor y agradecimiento
por haberme obsequiado con
tu amor incondicional, bebí de ella.


Las palabras no alcanzan a explicar
sentimientos tan elevados y puros,
no pertenecen a este mundo terrenal,
solo el Amor es real y ese fue tu legado.

¿Cómo guardar el viento en una caja?
¿Cómo atrapar un rayo arcoíris del sol?
¿Cómo detener la lluvia en las nubes?
¿Cómo volar en el estruendo de un volcán?

Imposible… No se puede poseer,
tan solo maravillarse y agradecer
su presencia, entrando en fusión
con la fuente divina de inspiración.

El Creador reside en su creación,
por tanto somos nuestros propios
creadores, así vamos forjando
nuestro destino, arquitectos somos.

Es un poder inmenso, al alcance
del que sea capaz de sentirlo, despertando
a su esencia, sintiendo quién es en esta
realidad y para que regresó a este mundo.

El alma habla sin palabras,
siente las vibraciones livianas y
poderosas de la energía del amor,
sinónimo de unión y comunión.

Eso es belleza sublime, igual que
estas flores, igual que tu alma
divina y generosa, resplandor
de luz de la Verdad del amor.

Aquella persona tocada por la
magia de un amor incondicional
será afortunada, próspera, e
intuirá siempre el rumbo a seguir.

Y si despierta a quién es,
la vida le colmará de lo que
precise, pues si confías en
la vida, ella confiará en ti.

Eso es amor y belleza,
es sentimiento y silencio,
lenguaje de Dios, lo demás
son traducciones humanas.

Es una voz que no usa palabra...
¿No la escuchas? El amor expande
un halo de armonía tan hermosa
que emociona, belleza eterna.

Se irradia y se fluye por todo
el Universo, como la que irradias,
amada madre, GRACIAS por existir y
regalarme la vida, fruto de tu vientre soy.

Te ama eternamente, tu hija Raquel.


https://www.instagram.com/raquel_blanco_coca/
https://www.facebook.com/RaquelBlancoCoca

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