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domingo, 5 de marzo de 2017

Silencio


El silencio guarda toda la Sabiduría ancestral que portas, y expresa a través de la Voz de la intuición. Se esconde cuando el ruido de la mente le asusta con su incesante griterío, pues solo florece cuando siente armonía y paz, quietud y completitud… en el corazón de Amor que ya eres. Ahí reside el maestro… eres tú mismo... Acallando la voz de ego… Todo lo sabemos ya, solo es recordarlo e implementarlo. La vida es un juego, y conociendo las reglas, es puro gozo y alegría. Dentro de nosotros, portamos todas las respuestas, por eso la soledad es una gran maestra, pues ayuda a contactar con nuestra esencia, la voz del Yo Soy… Entonces aparece la pregunta que da entrada al viaje interior del héroe que ya somos, pero que se nos olvidó, invitándonos al auto-descubrimiento y a indagar las lecciones que nos quedaron pendientes, teniendo en cuenta que nada sucede por azar. Todo fue elegido cuidadosamente por nuestra alma, antes de encarnar. El camino es hacia dentro, buceando en nuestra esencia. La alegría reside dentro y vive esperando que algún día mires en tu corazón. Allí la encontrarás, dispuesta a llevarte de la mano a una existencia basada en el Amor…


Al sumergirte en tu interior, encuentras a tu media naranja, dándote cuenta que era encontrarte a ti mismo, en esta selva de cemento y hormigón, donde no hay espacio para los corazones mullidos y algodonosos, hasta ahora… La dicha y felicidad es tal, que ya solo puedes vivir en la transparencia íntegra y suave, tierna y firma, amable y contundente… La sensibilidad no es debilidad, sino todo lo contrario… Requiere de una valentía y fortaleza que solo puede salir desde el alma… y el alma es inmortal… ha luchado ya en muchas batallas, en centenares de guerras para llegar a la conclusión de que la única batalla era con uno mismo… Al vencer, se abre el telón, la venda se cae y ya solo puedes sentir Amor, allá donde mires… has trascendido a la dualidad, a la separación y ya estás regresando a casa. Lleno de vivencias y experiencias, aportarás tu sabiduría por donde camines… nadie te podrá contar la película, habiendo sido tú mismo el protagonista, sentido en tus propias carnes todas aquellas batallas… que te transformaron y te impulsaron a Ser tu mejor versión. Dejas de sufrir cuando comprendes en profundidad que el sufrimiento era el arma del ego para mantenerte subyugado.


En este nivel ya no eres un jovencito, portas muchas cicatrices que luces orgulloso, pues son el recordatorio de tus experiencias en carne y hueso y de que venciste al enemigo más poderoso: tú mismo. Es, en ese instante, cuando la llama del Amor prende. Y el niño interior, que quedó tullido en la infancia cuando te inculcaron que el Amor estaba condicionado a todo, empieza a sanar al recordar que él es Luz de Amor, y que el amor no tiene límites, ni condición, ni vive con apegos o por interés en beneficio solo propio… Comprende desde su corazón que el Amor es sencillamente un estado del Ser, que solo puede existir en Libertad y en Unidad con todos y todo. Consciencia expandida, inofensivo y defensor… Así, entrega lo que es, en dicha radiante de servir (virtud del Ser), pues es su alma manifestándose… Le ha permitido Ser y permite a otros hermanos Ser… Sabe que somos Uno, y que lo que no quiere para sí, jamás lo querría para sus hermanos del caminar… Ha anclado el Amor en el centro del pecho y una Luz Crística y trina refulge con una fuerza extraordinaria, expandiéndose alrededor… Es su escudo protector, que se activa al creer con convicción en la fortaleza inexpugnable del Amor.


Herman@s, soplan vientos de cambio… el mundo tal y como lo conocemos ahora se transformará. Está llegando el momento soñado, tantos eones y tantos hij@s trabajando arduamente por ello. Seres espirituales que proceden de estrellas cercanas y lejanas, encarnándose aquí y ahora para marcar el camino con su luz. Traen el mensaje que Dios es Amor, y Amor es Dios… amando soy hija de Dios… en acción en cada acto de amor que me permito expresar… Lo contrario nos produce dolor y sufrimiento, desdicha e insatisfacción, pues es nadar a contracorriente de nuestra esencia: seres amorosos por naturaleza… Gozamos, reímos, aprendemos al compartir, y servir lo que somos a todos los compañeros del caminar… Guarda silencio, escucha solo tu sentir, el que sale del centro de tu Ser, el que irradia amor… Cuando nada había, solo era Amor, y al explotar en mil colores y sinfonías, todo se formó. La base sustentadora del todo es el Amor… y a cada vuelta de la espiral de la existencia nos acercamos más a nuestro origen, ascendiendo las dimensiones hasta fundirnos con la Fuente, y vuelta a empezar, de otra manera, en otro Universo…  sin principio ni fin… quien lo sabe…



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