Buenos
días, estimado compañer@s del caminar… Hoy, soy aquí y ahora, nuevamente con
todos, para ofrecer la segunda parte de "Desapego". Estamos en un
momento clave en nuestra historia, es un momento donde no debemos dudar, pues
se acerca el tiempo de la cosecha de almas, y para ello debemos despertar del
letargo. La confianza, la fe y la esperanza caminan a nuestro lado. Mantente y
serás sostenido. Es tiempo de recordar quienes somos: somos luz y amor,
sabiduría en estado puro, y en toda esta batalla que se libra entre ego y alma,
al final, solo cuando nos rendimos, nos damos cuenta que nunca hubo guerra, ni
enemigos del que defendernos, ni al que agredir. Y nos rendimos, no por
cobardía o por miedo, sino porque ahora somos conscientes que, el único enemigo
éramos nosotros mismos, y al rendirnos, la batalla se esfuma. Y en ese RENDIRSE,
empezamos a fluir, a soltar, a desapegarnos, a darnos el permiso para brillar,
en toda nuestra plenitud y con toda la gama de colores. Y empezamos a
responsabilizarnos de nuestras decisiones y a recoger nuestro poder,
transferido en los demás, por el miedo y otros deplorables programas que nos
inculcaron, volviendo así, a tomar las riendas de nuestra vida. Cada uno de
nosotros somos especiales, únicos e importantes y debemos retornar a casa. Es
quitarnos la venda para volver a "ver", es salir de la zona de "falsa"
seguridad, que solo nos apega al pasado y no deja que sigamos expandiendo y
sanándonos. ¿Cómo es posible sentir miedo a lo que no se conoce? No tiene
ningún sentido… Cuando nada es seguro, todo es posible. Lo desconocido es un
inmenso campo de oportunidades, pues si haces siempre lo mismo, obtendrás los
mismos resultados.
Caminantes…
Practiquemos el desapego… seamos independientes, suficientes en nosotros
mismos, dándonos el permiso de ser libres y vivir en amor… así, estaremos y
atraeremos a personas que vibren en esa misma frecuencia, que sumen con
nosotros, que nos inspiren a ser mejores personas, a dar la mejor versión de
uno mismo, compartiendo el goce, la alegría, la dicha, la BELLEZA del alma…
Para ello, es primordial que soltemos, llegado el momento, pues dejar ir es
mejor que retener, porque retener es limitar y soltar es potencial. El amor
universal es libre, implica respeto, libertad y consciencia. Herman@s… mucho
tiempo atrás algo salió mal, y nos distorsionamos por el poder, la ambición, el
control, el dominio, la avaricia, el
egoísmo, etc… El ego se autoproclamó "rey" y dejó, al sentir del alma,
como escudera, justo al revés de la Verdad… Fue entonces cuando el poseer
bienes materiales, se convirtió en esencial y primordial para muchos compañeros
todavía dormidos a la verdad del corazón… alejándonos cada vez mas de nuestro
verdadero ser, de la fuente, de la unidad de amor. Apagando el brillo
multicolor de nuestra Luz… Compañeros… al final también quisimos poseer a
personas, animales, plantas… montañas, ríos o cielos… todo se convirtió en
"poseible… Mas lo material es un arma de doble filo, y si no andamos
finos, el vacío interior se instala en
nuestras vidas, y ese vacío no puede ser rellenado con materia (no hablo de
tener cubiertas las necesidades básicas y algo más), sino con COHERENCIA.
Amig@s,
nada material nos llevaremos al desencarnar, mas si las lecciones aprendidas en
carne, e integradas en nuestra alma. Recordar herman@s, que no debemos aceptar
que nada ni nadie nos haga dudar de nuestra valía. Cuando permitimos que
nuestro corazón actúe de timón en nuestras vidas, la sabiduría del mismo
aparece clara, nítida y diáfana, recordándonos que no hay separación, que todos
somos uno… por eso es tiempo de despertar y recordar la inmensidad ilimitada de
nuestro potencial, fortaleza, pureza y capacidad. Este despertar no llega solo,
se gana por MERECIMIENTO. Hay que ponerse en camino, pues ya sabéis que se hace
camino al andar… Es un camino lleno de dificultades, y complicaciones, propias
de este mundo dual, mas si ya hemos llegado hasta aquí es porque podemos con
ello. Y según vamos avanzando, también vienen con nosotros el pensar del
sentimiento de que estamos en el camino de la Verdad, de que estamos haciendo
las cosas desde el corazón, llenándonos de felicidad, paz interior, armonía,
serenidad… y a partir de aquí, la maquinaria se pone en marcha y, a través del
arte de la fuerza de voluntad, empezamos la sanación. La primordial tarea, identificar
y transmutar las energías-emociones negativas-enfermas del ego mal educado, que
tanto daño y sufrimiento nos provocan, en positivas y sanas, mediante el
conocimiento, entendimiento y amor universal. De la dualidad a la unidad y de
la separación a la unión, ese es el camino de retorno a casa.
Compañer@s…
integrar en nuestras almas que el amor es libre, que cuando amamos de verdad,
damos libertad para que el otro fluya, crezca, viaje, explore, y realice sus
sueños. Sin esa libertad de permitirnos ser, no podemos hablar de amor, solo de
posesión, apego y pertenencia… y eso es manipulación del ego. Ser conscientes
de ello, comprometiéndonos con nosotros mismos, es el primer y gran paso… luego
vienen los demás, con más trabajo para transmutar la posesión estática en
libertad fluida… Poco a poco, vamos agudizando la percepción, la captación, la
sensibilidad, la intuición, la comprensión, la perspicacia, la clarividencia… (Sentidos
internos). El discernimiento de lo que es y lo que no es, con prudencia y
humildad, pues nos equivocaremos muchas veces… y con precaución al creer en
algo, pues lo que creemos lo creamos… Herman@s del camino, aquí lo dejo esta
semana, suficiente por hoy… Escrito por
mi alma con todo mi amor, Raquel.
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