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lunes, 25 de abril de 2016

El poder de la palabra


Hola mis queridos amig@s, hoy quisiera reflexionar con vosotros acerca de cuando la gente nos lastima y hiere con sus palabras. Las palabras son semillas y debieran ser utilizadas para el consenso, el entendimiento, el acercamiento de posturas encontradas, mas muchas veces nos ofusca el daño que sentimos que nos han hecho y es entonces cuando vamos a hablar desde el reproche, recordando el pasado y echando en cara algo que nosotros percibimos que nos hirió con la intención de devolverle dolor por dolor, muchas veces incluso inconscientemente.



Cuidemos las palabras que usamos pues éstas pueden ser una bendición o una bomba de racimo. Podemos aniquilar, vapulear o sembrar de desesperanza tan solo con palabras o elevarnos hacia lo sublime, creando belleza, sanando heridas, palabras que acarician el alma suavemente y despiertan al corazón, permitiéndonos fluir con calma en la adversidad, palabras de compresión, empatía, de cariño y amor, de apoyo... su poder es inmenso. Dependiendo de cómo hables, así construirás tu presente y futuro. No menosprecies el poder de la palabra, porque las palabras no se las lleva el viento, una vez dichas pueden pesar como una losa. Di lo que piensas, pensando lo que dices...



Mas a pesar de lo dicho anteriormente, procuremos no tomarnos las palabras hirientes como algo personal, pues cuando una persona las usa para lastimarte es en realidad una forma de expresar su sufrimiento. Detrás de cada acto de violencia, hay una persona asustada. Si a través de la compasión somos capaces de ver más allá de sus palabras y/o comportamiento y conectar con ese sufrimiento encerrado desde el corazón, habremos dado un paso de gigante en nuestra evolución, maduración y crecimiento pues nuestra verdadera naturaleza es de amor...



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